PATTISERIE O POR QUÉ NO ME ESCUCHAS CUANDO TE HABLO

Viernes, 15:35 de la tarde, conversación con mi marido:


- Cambia de canal que llegan los deportes- dice él.
- No, que quiero ver como le queda el pattiserie a Sara Carbonero - le respondo yo.
- ¿El qué?- me responde con cara extraña.
- Te hablé ayer de él, pero como no me escuchas cuando te hablo... Ahora no te lo digo, averiguálo por tí mismo- le reto.


Sale la presentadora de deportes en pantalla. Viernes, 15:40 de la tarde. Se desata la batalla.


- ¡Qué pena! hoy no le han puesto el patisserie- digo realmente apenada.
- ¿Me vas a decir que coño es eso?- empieza a descubrir que lo mío es realmente una enfermedad.
- No- Respondo cortante.
- Venga, ¿la camisa? ¿los pendientes?- está intentando arreglar la situación.
- No, ahora te quedas con la intriga. Para otro día debes estar más atento cuando te hablo sobre mis nuevos descubrimientos en la blogoesfera- lo digo convencida de que no lo hará.
- Vale, ¿cómo sabes que no lleva el patisserie ese?- creo que ahora realmente quiere saberlo.
- Porque el que le han puesto hoy no es en tono nude, sino de la familia de los malva- digo con satisfacción.


Se empieza a descojonar de mí, se levanta y se va. Yo, en el fondo también me río, pero no quiero que lo sepa, así que me indigno porque sigue sin escucharme cuando hablo...


Por si te interesa, te presento a Pattiserie...