Nuestras vacaciones de los últimos años han sido de patear y patear, así que este año decidimos cambiar el chip e ir a un lugar en el que el mayor esfuerzo fuese dar un largo paseo por la playa o levantar un mojito. Sin embargo, el destino que escogimos, Riviera Maya, también tiene muchas cosas que visitar. Nosotros únicamente hicimos un par de excursiones, y dedicamos el resto del tiempo a disfrutar de la buena vida. Lo sé, nos han quedado cosas imprescindibles por ver, como las ruinas de Tulum, pero espero volver para quitarme la espinita.
Voy a dividir el viaje en dos post. En este os hablaré del hotel y del parque natural de Xcaret, y en el siguiente de los mayas y una de las nuevas maravillas del mundo, Chinchén Itzá.
Cuando empezamos a planear el viaje, decidimos que queríamos un hotel donde nos trataran como reyes, pero sin renunciar a una playa de esas de postal. Cuando miraba hoteles me daba la impresión que los mega complejos con instalaciones impresionantes, no tenían una playa muy buena, por los comentarios y las fotos de la gente. Al final creo que encontramos lo que queríamos. No hemos podido estar más contentos en el hotel, que no es un mega complejo típico de esta zona, sin dejar de ser un hotel de lujo con todas las comodidades, un personal maravilloso, una comida buenísima, etc, etc, pero sobre todo con la playa más bonita que he visto en toda mi vida. Además, es sólo para adultos, así que el relax ha sido total. Se trata del Catalonia royal tulum (aquí el enlace al tripadvisor).
Después de este rollo, os dejo con unas fotos del hotel...