LA FABRICA DE LA MERMELADA

Como no sabía que hacer para que la espera hacia mis vacaciones se hiciese corta, me dediqué a montar en mi cocina una fábrica de mermelada de albaricoque. Nunca había hecho mermelada casera, y la experiencia me ha gustado tanto que seguro repetiré. Lo ideal es hacerla con la fruta de temporada, en verano el albaricoque es perfecto. 

Ingredientes (para 4 botes de mermelada)

3 kilos de albaricoques (sin pelar ni deshuesar, enteros)

400 gramos de azúcar.

Preparación

Lo primero es esterilizar los botes. Lo más sencillo es meterlos, junto con sus tapas, en el lavavajillas a la máxima temperatura. Luego los sacamos y los dejamos secar. 

Ahora viene la parte "más difícil" de la receta, pelar y deshuesar los albaricoques. Los introducimos en la misma cacerola en la que al día siguiente haremos la mermelada. A continuación añadimos el azúcar. La proporción de azúcar por cada kilo de fruta ya pelada y deshuesada es de 200 gramos por kilo. Yo he puesto en los ingredientes 3 kilos, refiriéndome a la fruta todavía entera, como no tengo báscula lo he hecho un poco a ojo. Con estos 3 kilos, y 400 gramos de azúcar a mí me ha salido bien, no excesivamente dulce. Después he leído por ahí proporciones mucho mayores de azúcar. 

Lo dejamos toda la noche macerar y al día siguiente comprobaremos que habrá soltado la suficiente agua como para no tener que añadir más. Así que directamente lo ponemos a fuego medio, durante aproximadamente 45 minutos, removiendo constantemente con una cuchara de madera para que no se pegue. Una vez pasado el tiempo, se pasa la batidora sin retirar del fuego. Si queréis encontrar trocitos de fruta, no batidlo demasiado. El truco para comprobar que está lista es el siguiente. Echad una cucharadita de mermelada en un plato frío y si no se desparrama mucho y se ve consistente, entonces estará lista. 

A continuación rellenamos los botes. Pero es muy importante, dejar que se enfríe la mermelada para evitar que se rompan. Cuando esté templada, rellenamos los botes hasta arriba del todo, para que se haga el vacío, y los cerramos con fuerza.

Por último, debemos esterilizarlos de nuevo. Ponemos una olla lo suficientemente grande para que entren todos a hervir. Cuando empiecen el agua a bullir, los introducimos y los cubrimos de agua  (que los sobrepase un poco). Dejamos unos 20 minutos. Apagamos el fuego y dejamos que se enfríe el agua sin sacar los botes. 

Por últimos los sacamos, y les ponemos una pegatina con el nombre y la fecha de elaboración. 

Os puedo asegurar que no hay nada más rico y natural que una mermelada casera. ¡Espero que os animéis!